Estudios no acabados en el currículum
Cuando hemos interrumpido nuestros estudios por la razón que sea o cuando nos vemos obligados a hacer un currículum sin haber finalizado nuestra etapa de formación tenemos un pequeño problema ya que se trata de unos conocimientos que hemos adquirido, pero de forma parcial o incompleta.
El hecho de tener los estudios a medias nos puede cualificar para desempeñar un puesto de trabajo, pero es algo que también hay que saber indicar en el currículum ya que de lo contrario no nos ayudará en nuestro objetivo de conseguir el empleo.
Antes de nada, hay que tener clara la diferencia entre la formación en curso y los estudios que no hemos acabado. La formación en curso, como su nombre, indica, es aquella que se está realizando en el momento de redactar el currículum; mientras que los estudios sin acabar incluyen la formación en curso pero también aquellos estudios que empezamos en su día y que abandonamos sin haberlos finalizado.
Lo idea es omitir estos últimos de nuestro currículum, en especial si tenemos otros, e incluir solo la formación en curso.
Para ello, incluiremos en el currículum el nombre completo de los estudios en los que estamos (un grado universitario, un postgrado, formación profesional, bachillerato, etc.), el centro de estudios en el caso de ser estudios superiores y añadiremos entre paréntesis las palabras "en curso", "cursando" o "actualmente".
Otra posibilidad es incluir la fecha en la que tienes previsto acabar los estudios para que los reclutadores sepan que sigues estudiando y cuánto tiempo tardarás en acabarlos, algo que les puede ser de gran utilidad de cara al futuro.
Una de las situaciones que pueden darse es que estés estudiando dos carreras o dos cursos a la vez y que todavía no hayas acabado ninguna de ellas. Si es tu caso, debes ordenarlas cronológicamente por orden de inicio, añadiendo siempre entre paréntesis alguna de las palabras que hemos visto antes o la fecha prevista para finalizarlos.
Esta información permitirá al reclutador hacerse una idea del curso en el que te encuentras, pero si quieres puedes añadir el curso actual antes del nombre de la titulación.
Como hemos dicho antes, no incluiremos la formación que dejamos incompleta un tiempo atrás, ni siquiera si estamos pensando en retomarla en un futuro próximo. Tampoco incluiremos las razones por las que la dejamos, y omitiremos los motivos por los que no hemos acabado nuestros estudios.
Si es porque somos jóvenes para hacerlos acabado, el reclutador llegará a esa conclusión solo y si hay otras razones que lo expliquen el momento de exponerlas es la entrevista de trabajo, no un currículum que deber ser breve y conciso, sin información adicional.
Cuando se trata de un currículum sin experiencia sí que podemos tomarnos la licencia de entrar un poco más en detalle e incluir los conocimientos y las habilidades personales y profesionales que nos están aportando estos estudios.
Podría ser admisible incluir una lista de asignaturas que tengan relación con el empleo al que optas, pero este es un contenido que estaría mejor ubicado en la carta de presentación adjunta al currículum.
Formación complementaria CV
Resuelta la formación académica, pasamos a la no menos importante formación complementaria del currículum. Aún a riesgo de parecer repetitivos, la formación complementaria puede ser el elemento clave a la hora de elegir a los candidatos que pasan a la entrevista de empleo así que será necesario aportar toda la formación complementaria relacionada con el puesto.
Es más, puede indicar a los reclutadores que el candidato tiene interés por seguir formándose y aumentar sus conocimientos o especializarse en el campo al que se dedica.
La primera norma al incluir la formación complementaria en el currículum es hacer referencia única y exclusivamente a la formación relevante para el puesto al que aspiramos, ya que el resto no aporta nada ni a nuestra candidatura ni al reclutador que reciba el currículum.
Es más, pueden descartarte si ven que la mayoría de la formación complementaria que tienes no está relacionada con el puesto al que te presentas. No deberías rellenar el currículum de esta forma.
Utilizamos el mismo formato que para la formación académica, pero indicaremos la fecha de inicio de fin, la duración en horas y el centro o institución que impartieron los cursos o seminarios. Los ordenamos por orden cronológico, del más reciente al más antiguo.
Muchas veces se trata de actividades breves, como cursos, jornadas o incluso autoformación en casa a través de cursos online, de ahí la importancia de incluir la duración y el centro o la institución que lo ha organizado, ya que muchas veces son cursos impartidos por organizaciones comerciales, sindicatos, etc.
En este apartado también puedes incluir la formación en idiomas e informática si no les dedicas un apartado específico. El caso de los idiomas es especialmente interesante, ya que es otro de los puntos que más miran las empresas a la hora de contratar a alguien.
Siempre es preferible destacar el buen nivel de un idioma y los correspondientes títulos en un epígrafe a parte del currículum, pero tras el título no pueden faltar los cursos, incluido el centro, el nivel del curso y la duración. Si el curso tuvo lugar en el extranjero incluye también el país.
Recuerda que debes ser capaz de acreditar cualquier formación que tengas, y la complementaria no es ninguna excepción. Por eso incluiremos solo cursos, foros o seminarios de los que tengamos un certificado oficial que podamos presentar en la empresa donde presentamos el currículum para acreditar que efectivamente tenemos esa formación.
Si no tienes forma de acreditar que has hecho un curso omítelo, ya que el reclutador podría pensar que estás mintiendo en el currículum, y eso afectará negativamente tus posibilidades.
Igual que pasa con la formación académica, puede que a la hora de enviar tu currículum estés cursando algún tipo de formación complementaria que mejore tu preparación.
En ese caso, incluye la formación que estás haciendo con el famoso "en curso" entre paréntesis, ya que es la mejor forma de demostrar a la empresa que eres un trabajador con inquietudes profesionales, interesado en seguir formándose y predispuesto a continuar aprendiendo, algo que las empresas valoran en gran medida.
Si incluyes los idiomas en la formación, trata de utilizar siempre los niveles del MCER (del A1 al C2), un sistema preferible a "nivel alto, medio o bajo". Junto al nivel de idioma hay que incluir los certificados que se tengan y los cursos de idiomas -siempre el más elevado de cada idioma-. Se recomienda incluir los idiomas en formación cuando se trata de niveles medios o bajos (B1-B2 o inferiores). Los niveles altos, como el C1 o el C2, deberían ir en un punto a parte, igual que la informática.
De esta manera te aseguras de hacer un currículum coherente, donde toda la información sobre cursos, seminarios, etc. aparece en el mismo formato.
Fuente: onlinecv.es
Autor: Anónimo