Estos rasgos, seguramente, te servirán para ser percibido como una persona con la que es fácil trabajar, positiva y dispuesta a ayudar a los demás. Pero, ¿qué ocurre cuando este autocontrol y dominio de las emociones nos inmoviliza ante situaciones que suponen tomar una decisión tajante?
En una toma de decisiones, la supervivencia y las ventajas a nuestro favor siempre son el comportamiento innato, donde es necesario que juegue su papel la empatía y racionalidad, para, justamente, evitar la situación contraria, y del inmovilismo pasemos a una decisión completamente injusta e ineficaz, o usemos esta ventaja para manipular las emociones de los demás.
Aquí también es donde debemos de prestar cierta atención a los marcadores somáticos, es decir, esos procesos emocionales inconscientes que influyen en la toma de decisiones, y que debe desarrollarse como una fuerza paralela a la razón, de manera que el resultado sea equilibrado.
Si meditas sobre ello con detenimiento, comprobarás que ser líder o estar al frente de una gran empresa no debe ser fácil y la necesidad del autoconocimiento para detectar y equilibrar las emociones y el razonamiento lógico.
¿Y qué pasa con la creatividad?
Pues si casi todos los expertos tienen claro que una excesiva inteligencia emocional puede conducir a una toma de decisiones ineficaz, negando que ciertos factores se tengan en cuenta, son más diversas las opciones en relación a cómo la inteligencia emocional afecta al ingenio y la creatividad.
Según muchos psicoterapeutas, las compatibilidades entre creatividad y alta inteligencia emocional son más complejas, debido al grado de conformismo y de prudencia de estas personas.
Por otro lado, otros expertos coinciden en la idea del conformismo, pero que esto no quiere decir que una persona pueda ver más allá y sea capaz de arriesgar, ya que son más flexibles y se enriquecen con más interacciones.
Lo que queda claro es que aún queda mucho por indagar sobre el papel de las emociones y que mostrarlas no debe ser visto como un símbolo de vulnerabilidad. La inteligencia emocional en el trabajo se considera una virtud y nunca un defecto.
Fuente: Universia.net
Autor: Anónimo