De la ambición a la aspiración: Claves para tomar tu próxima decisión laboral

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Muchas veces basamos nuestras decisiones de búsqueda laboral más en la ambición de conseguir un puesto importante, que en la manera en que ese puesto impactará en quiénes somos como profesionales.

Hace poco me tocó conversar con un ingeniero comercial del mundo B2B -llamémosle Juana- que se había pasado a la venta B2C por el aumento significativo en remuneraciones que este cambio le implicaba en los inicios de su carrera.

Luego de un año, Juana había conseguido las metas que la empresa le puso y recibía a cambio una buena renta a fin de mes, pero estaba descontenta. Tenía oportunidades de desarrollo profesional; el clima laboral era bueno. Pero había una distancia creciente entre su identidad profesional actual y quién ella esperaba convertirse en el futuro.



Su caso me motivó a escribir este post por dos razones.


1. Consolidación profesional versus atractivo del cargo.

Muchas veces tomamos nuestras decisiones de carrera por ambición y cortoplacismo, sin evaluar el tipo de profesionales en que nos queremos convertir. Privilegiamos las remuneraciones asociadas por sobre las oportunidades de crecimiento, la reputación o tamaño de la empresa por sobre las tareas que haremos en el día a día. Esto puede ser contraproducente dependiendo del profesional en que queremos convertirnos: una empresa de menor tamaño pero en pleno crecimiento podría implicar asumir mayores responsabilidades en menor tiempo que una de gran tamaño (sin duda más estable).

Al respecto, escoger un trabajo es similar a escoger una determinada educación: tiene (i) un "efecto aprendizaje", es decir, te permite ganar experiencia en el área e industria en que te quieres desarrollar; y (ii) tiene un "efecto señal", es decir, transmites al resto tus expectativas respecto del profesional en que esperas convertirte. Al escoger un trabajo, haz un balance de estos dos aspectos antes de tomar tu próxima decisión laboral.


2. Experimentación versus búsqueda de la pasión.

La segunda razón tiene que ver con la dificultad para tomar buenas decisiones en situaciones tan importantes como nuestra próxima aventura laboral.

Muchas personas no saben elegir qué trabajo quieren porque nunca lo han experimentado. Al igual que la decisión de tener un hijo, uno nunca sabe realmente si lo quiere o no hasta que lo tiene. Resulta prácticamente imposible preguntar qué quiero o cuál es mi pasión si nunca he tenido una experiencia que me permita entender en la práctica cómo es.

En este sentido, más que vivir buscando tu pasión profesional, puede resultarte útil adoptar un enfoque de experimentación. En lugar de darte vueltas pensando en el trabajo que "de verdad" quieres, parte por uno que tenga aspectos del día a día que te parezcan atractivos. Si el trabajo resulta no alimentar esa pasión profesional, puedes basarte en lo que sí es atractivo para argumentar tu paso a tu próximo desafío profesional.

Varios investigadores han demostrado que la pasión es algo que se desarrolla con el tiempo, es decir, una consecuencia de nuestra dedicación y esfuerzo además de un antecedente (ver links más abajo). Así, buscar la pasión sin haberla trabajado antes parece un esfuerzo inútil, frustrante, y que deja a muchos candidatos con una baja autoestima para enfrentar su próximo paso profesional.


Conclusión: 

Tus decisiones laborales no solo te hacen ganar experiencia en una industria y rol determinado, sino que también le cuentan a ti y al mundo el profesional en que quieres convertirte. Si quieres tomar una nueva dirección profesional, considera el día a día de tu cargo más que el atractivo de la empresa; las oportunidades de seguir creciendo más que los aspectos del corto plazo (como tus remuneraciones). Y sobretodo, considera que la pasión es algo que se desarrolla en la práctica, por lo que no hay mejor receta para hacerlo que experimentar con nuevos desafíos profesionales.  

Fuente: hrconnect.cl
Autor: Grupo Nortes

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