Hace más de 150 años que Darwin descifró la clave de la supervivencia y la puso en palabras coloquiales: evolución.

Desde el organismo vivo más pequeño del planeta, la mas antigua de las culturas, las ciencias, la tecnología y los estilos de vida, todo, todo en la Tierra evoluciona para perpetuar el paso del hombre por la humanidad.

Bajo esta misma teoría es que sobreviven los profesionales y sus equipos de trabajo, el movimiento y la adaptación son una constante.

Nadie podía imaginarse hace tan solo un par de décadas, los esquemas de trabajo y los profesionales que se reinventarían con el paso del tiempo; hoy en día y después de una larga crisis económica que ha recorrido al mundo, sobreviven quienes han logrado adecuarse a la nueva realidad.

Las palabras que definen el mercado laboral moderno son: flexibilidad, creatividad, autogestión, cocreación y networking. Las plantillas laborales son cada vez más reducidas, pero más eficientes y esa será una tendencia que vaya a la alta.

Cada vez más, las empresas requerirán profesionales capaces de adaptarse y desempeñar diferentes funciones (multifuncionales), especializados en diversos campos y expertos en mutar de un puesto a otro.

Así es, el movimiento en sus contextos geográfico y operacional, serán claves para encontrar una fuente de empleo. Se requiere de personas que puedan desafiar las barreras horarias y espaciales, además de encarar entornos multiculturales.

En ese sentido, las empresas están apostando por los profesionales creativos, y no nos referimos a aquellos que trabajan para esas áreas (como la publicidad o el marketing) sino a los profesionales capaces de innovar y crear oportunidades de mercado, soluciones, necesidades de consumo, servicios; hoy en día se busca que los empleados sean cocreadores de los productos de la compañía y se involucren en cada uno de los procesos.

En cuanto al liderazgo, la demanda se inclina por aquellos profesionales que puedan gestionar e impulsar el talento de sus colaboradores; líderes con sensibilidad para detectar el potencial y explotarlo al máximo. Se requieren directivos dinámicos, tolerantes a la frustración, de rápido aprendizaje, asertivos en la toma de decisiones y con una visión global de las necesidades de su empresa.

Es una regla de vida que puede aplicarse en todos los ámbitos: los sobrevivientes no son los más fuertes ni los mejor preparados sino aquellos que logran adaptarse mejor y más rápido a las necesidades de su entorno. La evolución en sí misma, es sinónimo de superioridad.

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