Teletrabajo, el sueño hecho realidad… Las tecnologías permiten hoy trabajar desde un café, una librería o un bar pero… ¿tienes lo que se necesita para ser un empleado a distancia?

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Tabletas, smartphones, internet inalámbrico de alta velocidad en prácticamente cualquier sitio de una urbe desarrollada y una serie de innovaciones tecnológicas han permitido que en la última década, trabajar desde casa –sólo por citar una de las tantas locaciones que uno puede desear– haya dejado de ser un sueño y se haya convertido en una realidad.

Sin embargo, la reciente decisión de la dirección de Yahoo sobre prohibir esta forma de organización y ordenar a sus empleados volver hasta las oficinas, obligó a reflexionar sobre el futuro de este esquema.

Tan sólo en Estados Unidos, se calcula que el 43% de su fuerza laboral ha adoptado el ‘teletrabajo’ o ‘home office’ como modalidad para desempeñarse en la cadena productiva. Incluso, estudios especializados refieren que un trabajador a distancia labora hasta tres veces más que un colega desde una oficina.

El teletrabajo ha cobrado fuerza gracias a una enorme lista de beneficios tanto para empresas como para empleados. Algunos cálculos conservadores revelan bajo este esquema organizacional, la productividad de una compañía puede elevarse hasta en un 13% gracias, entre otros factores a un incremento en la motivación de sus profesionales que a su vez incide en una tasa menor de bajas por enfermedad.

 

El sueño de los trabajadores hecho realidad

Existe una predisposición casi natural entre las nuevas generaciones –y también las no tan nuevas– para optar por el teletrabajo. ¿Por qué?. Pues porque el simple hecho de expandir los horizontes fuera de una oficina y poder realizar las mismas funciones desde el hogar, un parque, una cafetería, incluso desde la playa o un bar, despierta la motivación de cualquier empleado. También entre los grandes beneficios habría que mencionar el hecho de que la evaluación del desempeño se focaliza en la calidad y los resultados y no en una subjetiva medición de ‘número de horas trabajadas’.

A lo anterior hay que aunar el ahorro en tiempo y dinero por los traslados, la movilidad que permite, la comodidad de trabajar fuera de las convenciones tradicionales –en pijama, por ejemplo– y desde luego, la posibilidad de conciliar la vida personal con el trabajo sin que una interfiera en la otra.

 

Pros para el teletrabajador:

- Mayor autonomía, movilidad y flexibilidad de horarios y espacios.

- Más tiempo libre

- Mayor productividad

- Más posibilidades de integración para personas con discapacidad

- Menos estrés y más tiempo libre

- Conciliación de la vida personal y laboral

- Ahorro en gastos de traslado

- Mayores oportunidades laborales (se puede tener más de un trabajo a la vez).

- Mejor gestión del tiempo (personal y productivo).

- Libre elección del entorno de trabajo

 

Pros para la empresa:

- Reducción de gastos de infraestructura

- Incremento de la productividad

- Menores costos administrativos

- Decremento del absentismo por estrés o enfermedades derivadas

- Reducción de los conflictos y problemas de clima laboral entre trabajadores

- Mayor satisfacción de los empleados

- Mejor aprovechamiento de los puestos y talentos de los empleados

- Explotación de los recursos tecnológicos

 

Por otro lado, los argumentos para resistirse a implementar este esquema de trabajo se concentran básicamente en la ‘supuesta’ pérdida de control sobre un trabajador y en la imposibilidad de crear vínculos de lealtad hacia la empresa o bien, en una capacidad más limitada de promover el trabajo en equipo dado que los empleados rara vez entablan contacto personal.

 

Las virtudes de un teletrabajador

Ya sea que el teletrabajo –home office– mantenga su creciente tendencia como hasta ahora o que poco a poco vaya desapareciendo, hay que considerar que para adaptarse a este esquema lo más importante es establecer reglas claras de operación entre la empresa y el empleado.

En Jobomas te decimos cuáles deben ser las principales características de un trabajador a distancia:

 

#1. Autosuficiencia y autogestión.

Debe ser un profesional con iniciativa que no tenga que esperar órdenes y que sepa actuar como su propio jefe.

 

#2. Organización y disciplina.

La capacidad de concentración y el compromiso con sus actividades es fundamental para este tipo de sistema. También saber organizar los tiempos y tener la capacidad para cumplirlos sin necesidad de supervisión.

 

#3. Automotivación.

Tener el ímpetu para realizar sus propias tareas y generar sus propios estímulos en cuanto al desempeño y sus recompensas.

 

#4. Ética

Ser un profesional honesto y responsable en cuanto a sus funciones y los tiempos establecidos de entrega. La falta de supervisión puede provocar que algunos empleados se distraigan y luego recurran a la mentira para justificar sus faltas.

 

#5. Capacidad técnica.

Es necesario tener el conocimiento y las competencias técnicas en cuanto al uso de las herramientas que se necesitan para este sistema de organización y también se requiere contar con todo el equipamiento en total funcionamiento.

 

En Jobomas siempre apostamos por la evolución y el éxito profesional, por eso te ofrecemos las mejores ofertas de empleo alrededor del mundo, cursos de formación a la medida de tus necesidades y la oportunidad de contactar a las empresas más importantes del mercado. Tu trabajo ideal lo encuentras con nosotros.

 

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