Cada que iniciamos un nuevo ciclo, ya sea de manera personal o determinado por el tiempo, establecemos metas fincadas en las expectativas de lo que esperamos obtener. Desafortunadamente, muchas veces estas metas no llegan a cumplirse por la simple y sencilla razón de que en su momento, no supimos cómo plantearlas.

La gran mayoría de las ocasiones, los objetivos se plantean a la ligera y sin un proceso de análisis previo; justamente ahí es donde radica su carácter inalcanzable. Por ello, en Jobomas te compartimos algunas recomendaciones para fijar metas claras y tanto formas como herramientas para alcanzarlas. Toma nota.

#1. Claros, concretos y específicos

¿Qué buscas? ¿A dónde quieres encontrarte al final del camino? Para establecer una meta primero debes tener claro el sitio al que quieres llegar y cuanto más específico seas al respecto más claro tendrás con qué herramientas puedes trabajar para cumplir tu objetivo y también con qué obstáculos puedes encontrarte. Establece propósitos claros, focalizados y concretos.

#2. Tangibles

Los objetivos deben tener un valor tangible que nos permita saber en qué sitio estamos parados y cuánto camino nos falta para alcanzarlos, es decir, deben ser medibles con un indicador, deben ser comparables con otros ejemplos y se debe contar con datos que nos permitan evaluar nuestro progreso. Un objetivo que no es medible, dificilmente será alcanzable pues implicaría recorrer un camino lleno de circunstancias que no estamos preparados para resolver.

#3. Alcanzables y realistas

Por supuesto que todos los profesionales tenemos sueños y ponemos nuestras expectativas tan alto como podemos pero a veces fijamos metas que nos son imposibles de realizar pues no contamos con los recursos necesarios. Cuando planteamos un objetivo es necesario ser honestos con nosotros mismos y analizar si se encuentran dentro de nuestras posibilidades lo que no necesariamente significa que renunciemos a ellos, sino al contrario, de que podamos dividirlos en etapas hasta que estemos en posibilidades de cumplirlos.

#4. Temporales

De nada sirve fijar una meta si no fijamos un plazo para alcanzarla. Es necesario tener presente que debemos imponer fechas de entrega a nuestros objetivos pero además también, de revisión para determinar nuestro progreso y de ser necesario, un cambio de estrategia. Los expertos recomiendan establecer un plazo realista de realización, dividirlo entre los días que tenemos disponibles y asignarle aproximadamente el 30% de éstas jornadas productivas a trabajar en él. Cuando no existe un tiempo fijo para cumplir nuestros propósitos tendemos a restarles importancia y con el paso de los días poco a poco los vamos dejando hasta que se pierden entre la lista de pendientes o se convierten en objetivos inalcanzables.

Finalmente, te compartimos nuestro Entrenamiento para triunfadores y la importancia de tener una mente positiva y además te decimos cuáles son los principales distractores en el trabajo y 4 remedios para combatir a estos enemigos de la productividad.

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